Este proyecto nos sumerge en los aspectos psicológicos y sociales de un hooligan, vistos desde la subjetividad del autor, que nos presenta un individuo que fluctúa entre lo violento y lo vulnerable, entre la dureza y la fragilidad.

El autor encarna a un personaje que pertenece a un estatus socioeconómico de clase baja vinculado a una carencia de proyecto vital y de valores.

Lejos de tener un carácter documental, la videocreación nos presenta un espacio mental que nos permite entrar en el universo imaginario de su protagonista, desenmascarando sus actitudes y acciones en relación con lo que le rodea, aportando claves significativas que podrían contextualizar su personalidad, como la posibilidad de un hogar desestructurado, la fragilidad interior, el desconocimiento de uno mismo, la hipermasculinidad como máscara y la adopción de elementos identitarios para la pertenencia a un grupo.

HOOLEY es un vocablo irlandés de donde proviene el término hooligan, que significa salvaje o fiesta animada.